Para atraer salud, dinero y amor en el Año Nuevo, asegúrate de que no le falten estos elementos a tu árbol de Navidad.
La tradición de decorar un árbol en el invierno se remonta a milenios en las culturas celtas y nórdicas en Europa. Los árboles perennes, como pinos y abetos, representaban la vida eterna y la renovación. Colgar frutas en sus ramas era un símbolo de esperanza del regreso de la primavera con sus flores y frutos; y colocar velas y luces, la luz del Sol Invicto que vence la oscuridad anticipando días más largos.
El color verde de las hojas perennes se asocia con la salud y la vitalidad, así como la protección y la prosperidad.
Los ornamentos rojos, como lazos, flores y manzanas se asocian al amor y la pasión.
Las decoraciones doradas evocan el lujo, la riqueza y lo sagrado representando la luz solar que promete abundancia en el año entrante.
Una corona de laureles o pino en la puerta protege a tu hogar y todos los que moran en ella permitiendo que la buena suerte toque a tu puerta.
Así como el aroma de tu árbol embriaga los rincones de tu casa con el espíritu navideño, estos elementos y símbolos intencionados en la decoración de tu árbol de Navidad colmarán tu hogar y tu familia con abundancia, salud y amor infinitos.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista Modo de Vida, edición No. 307 de diciembre 2024.
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